jueves, 30 de mayo de 2013

Desconocidos hieren de bala a dos vigilantes en Vicente Noble para despojarlos de armas

Benny Rodríguez
Barahona
Dos jóvenes  que trabajan como seguridad en una compañía de vigilantes privados fueron heridos de bala, uno de ellos de gravedad, y despojados de las escopetas que portaban por desconocidos, en un hecho registrado en “Uvillita”, una zona apartada del municipio de Vicente Noble.
Los heridos fueron identificados como Joel Jiménez, de 27 años, y Miguel Ángel Matos Féliz (Robert), de 32, quienes cuidaban cinco máquinas,
propiedad de la empresa Andrade Gutiérrez, que tiene a su cargo los trabajos de construcción de la presa de Monte Grande y la rehabilitación de Sabana Yegua, ubicada en Azua.
Jiménez recibió una herida de bala, tipo proyectil, en el brazo y la muñeca derecha y aunque su estado no es de gravedad, los médicos ordenaron su internamiento en una de las salas del centro que atiende las urgencias médicas de Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia.   
Mientras que de acuerdo a los médicos cirujanos que le practicaron una operación, el pronóstico de Matos Féliz es delicado, ya que presenta herida de arma de fuego de bajo y encima del ombligo, con lesiones en el colon.
El doctor Beltré, quien conversó con Listín Diario, dijo que durante la intervención quirúrgica que realizó a Matos Féliz fueron encontrados dos proyectiles que se alojaron en el intestino delgado. La cirugía duró unas tres horas.   
Jiménez, narró que está “vivo para contarlo”, ya que pudo salvar su vida de milagro al irse entre los sembradíos de plátanos y otros productos agrícolas. Indicó que no logró identificar a los asaltantes  porque tenían puesto pasamontañas e inmediatamente empezaron a dispararle a él y a su compañero.  
“Esa gente llegaron a lo oscuro y nos dispararon ahí mismo… Pan, pan, pan., pero cuando me hirieron a mí,  volé una regola llena de agua, yo vi cuando mi compañero cayó y pensé que lo habían matado. Cuando ellos vieron que huí, siguieron disparándome, pero logré pasar por dos conucos sembrados de plátanos e irme entre los sembradíos”, dijo el joven vigilante de la compañía SEDOSA.
Sostuvo que logró llegar hasta el poblado de Vicente Noble en donde pidió ayuda para él y su compañero, que pensó estaba muerto, conduciéndole, quienes les prestaron colaboración, al destacamento policial del municipio, desde donde lo condujeron a recoger a su compañero.

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