Cerca del 70 por ciento de las personas que viven con el virus del Sida en el país presentan problemas de inseguridad alimentaria en sus hogares, llegando a clasificación de grave, en un 57 por ciento, mientras esta población tampoco escapa a los problemas de sobrepeso, obesidad y de desnutrición.
Así se revela en el estudio de investigación “La Importancia de la Nutrición en la Adherencia a los Tratamientos Antirretrovirales en Personas
Viviendo con VIH/Sida en la República Dominicana” dado a conocer ayer por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas y el Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida).
El estudio fue realizado en cuatro regiones del país y abarcó una población de 160 personas que viven con VIH que se atienden en las unidades de atención integral de Puerto Plata, Higüey, Santo Domingo y San Juan de la Maguana.
Determinó que el 41 % de las mujeres y el 32 % de los hombres registran sobrepeso u obesidad, mientras el 19 % de las mujeres y el 14 % de los hombres presentan desnutrición.
Los detalles de los resultados fueron ofrecidos por los señores Jorge Fanlo Martín, representante del PMA, y Kathryn Pitkin Derose, quien llevó a cabo la investigación. En la actividad participó la profesora Ángela De León, en representación del Conavihsida, entre otros.
Según se revela en los resultados del estudio, la dieta se caracterizó por un déficit en la ingestión de calorías totales, baja contribución de valor calórico total del aporte calórico por parte de carbohidrato, pero con alta contribución de grasas y proteínas.
Mostró deficiencia en la adecuada ingesta de micronutrientes como calcio, vitamina A y Magnesio y zinc en los hombres.
El 96 por ciento de la muestra fue de nacionalidad dominicana y el 4% haitiana; el 69 por ciento fue mujeres y el 31 por ciento masculino; la mayor parte de la población estudiada tenía edad reproductiva, y estaba entre los 25 y los 38 años.
Recomienda poner atención a esa problemática, ofrecer adecuada orientación dietética y nutricional a la población y en caso de recurrir a programas de apoyo se debe priorizar alimentos que sean fuente de proteínas de alta calidad.
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